Atrevernos a incluir entre los mortales a galácticos como
Zeus,
Posidón,
Apolo y
Atenea (o incluso a los más humildes
Hefesto y
Prometeo) parece abocar al equipo a innecesarias fricciones. Todos sabemos que los primeros son los que congregan en sus recintos sagrados y en las fiestas en su honor a grandes masas de espectadores provenientes de todas partes y atraen a jóvenes (y no tan jóvenes) promesas que desean alcanzar el primer puesto y recibir los honores reservados a los vencedores en las grandes competiciones. Convertirse en
periodoníkes, vencedor en los cuatro grandes juegos (
Olímpicos,
Píticos,
Ístmicos y
Nemeos) es casi lograr la inmortalidad que los dioses se reservan en exclusiva. Pero los que ejercitan su cuerpo no dejan de ser imitadores de aquellos héroes que este año nos ocupan, descendientes de dioses o reyes o amados por ellos,
nuestros modelos míticos en la V Gymkhana que han unido su nombre a
deportes que con nombre viejo o nuevo seguimos practicando, como la carrera, el pancracio, el pugilato, la lucha, el lanzamiento de disco... y hasta la natación y las regatas:
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Hércules | | | |
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Teseo |
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Perseo | | |
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Odiseo |
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Aquiles | | |
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Jasón |
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Pélope |
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Pólux |
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Jacinto |
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Leandro |
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Eneas | | |
¿Y las mujeres? ¿No entran en el once inicial? Más que eso.
Nuestro dream team merece entrada propia.
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