Buscamos, para la Gymkhana, jóvenes de ambos sexos que no se conformen con observar el mundo sin más, sin hacerse preguntas sobre si las cosas que vemos han sido siempre de la misma manera o han ido cambiando en el curso de los años, y qué interpretaciones se han dado de ellas. Jóvenes curiosos que vean tras una estrella, un árbol, una flor, un animal, una roca algo más que objetos animados o inanimados: la oportunidad de recorrer un camino que les conduce ante las más variadas explicaciones, míticas o científicas, que hayan podido darles los creadores de nuestra cultura occidental: los griegos y los romanos. Buscamos jóvenes filósofos en su sentido etimológico, es decir, amantes de la sabiduría, y sin temor al esfuerzo de pensar, de leer, de indagar.
Si dedicas parte de tu tiempo a las lenguas clásicas y a su cultura y te atreves a aprender, ésta es tu Gymkhana. La que te va a subir al Olimpo en busca de dioses crueles que no dejan vivir a sus hijos y bajar hasta el Hades tras los pasos de un músico enamorado; la que te hará recorrer el cielo de cuyos senderos se desvió el carro del astro que todo lo ve y el mar poblado por delfines de corazón humano; te introducirá en bosques llenos de peligros y ciudades entregadas al enemigo por obra de una pasión abrasadora; te presentará a dioses y hombres capaces de las mayores villanías y de las más altruistas acciones. Así eran, y así somos.

Mi nombre será imborrable y, por donde se extiende el poderío romano, seré leído por la boca del pueblo, y, a lo largo de todos los siglos, gracias a la fama viviré.