¡Ah, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la Ilíada!
Áyax era más fuerte que Diomedes;
Héctor, más fuerte que Áyax,
y Aquiles, el más fuerte; porque era
el más fuerte… ¡Inocencias de la infancia!
¡Ah, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la Ilíada!
Antonio Machado, Proverbios y cantares XVIII (de su libro Campos de Castilla, 1917)
La diosa ha cantado en hexámetros de manera muy amplia la cólera de Aquiles, el hijo de Peleo, y sus funestas consecuencias en los dos bandos que se encontraban ya en el décimo año de la guerra que mantenían junto a las inexpugnables murallas de Ilión y parecía inacabable: las muertes del griego Patroclo y del troyano Héctor, junto con la de otros combatientes más o menos conocidos.
Los héroes guerreros que encontramos en la Ilíada no son en absoluto perfectos, aunque se esfuerzan en alcanzar la fama mediante el valor y el sufrimiento. Unas veces son generosos, otras egoístas. Se muestran valientes o presas del miedo, pero están dotados de algo que solo ellos poseen: la ἀρετή, concepto griego que traducimos por virtud, una preeminencia que se basa en la suma de belleza física, elocuencia, fortaleza, inteligencia y un fuerte sentido del honor. Imposible para un humano normal ser un héroe homérico.
Hijo de diosa y mortal, bello, fuerte, elocuente, amante del honor, pero también irascible, vengativo, inflexible es Aquiles, el protagonista de nuestra Gymkhana y el de la Ilíada. De poco sirven los esfuerzos de su madre, Tetis, primero para hacerle inmortal (recurriendo al fuego o sumergiéndolo en la Estigia), luego para evitar que lo lleven a luchar en Troya (escondiéndolo en Esciros, en la corte del rey Licomedes) y finalmente para que no regrese al combate con el fin de vengar la muerte de Patroclo (aunque al final ella misma entregue las armas que ha encargado para él a Hefesto). Aquiles elige una vida breve y gloriosa a otra larga y oscura, y su madre, como tantas otras madres que ha habido y seguirá habiendo, tiene que aceptarlo.
En esta XV edición de nuestra Gymkhana Mitológica os invitamos a acompañar a Aquiles desde su nacimiento hasta su muerte a causa de una herida en el talón (el célebre talón de Aquiles, que es, para nosotros, el punto débil de una persona), e incluso más allá, hasta la Isla Blanca, que algunos identifican con las Islas de los Bienaventurados. Tendremos que recurrir a varias fuentes, no solo la Ilíada, que se ciñe a un episodio de su vida, por importante que este sea. Tal vez descubramos, así, las razones por las que la emperatriz Sissi (Isabel de Baviera) le dedicó el precioso palacio de verano que se hizo construir sobre una colina de la isla griega de Corfú.
Nuestra épica cita será el 25 de abril de 2026 en el Parque del Retiro.
Imagen: Aquiles Victorioso (Johannes Götz, 1909). Jardines del Palacio de Aquiles (Achilleion) de Corfú. Foto de Rosa Mariño (CC, BY, NC, ND)